Frieda Ekotto, Professor of Afroamerican and African Studies and Comparative Literature, Featured in The World News
"El silencio vibra con la voz de cinco mujeres africanas"
Esta es la historia de una niña camerunesa que crece en la diáspora suiza pero que, quizá justamente por amor a los desafíos, da un paso más largo que el habitual y, a finales de los ochenta, cruza a América a estudiar filosofía. Tiene que aprender inglés pero, una vez que ese paso está dado, marcha a México a estudiar español y, allí, en Latinoamérica, se encuentra con Genet, con la obra de Jean Genet (1910-1986). El maldito dramaturgo francés le fascina porque le habla de las criadas y los negros, y entonces, Frieda Ekotto, aquella joven camerunesa expatriada, se aferra a él como compañero de ruta: “Genet me enseñó a nombrar mi sexualidad y a comprender las historias de raza”. Sus preguntas de mujer africana desobediente ya empiezan a escocer a propios y ajenos, como siempre incomodó aquel genial escritor, hijo de una prostituta, delincuente juvenil, desertor, chapero y malhumorado que quiso ser enterrado en Larache, cerca del hogar de su Mohammed, aquel último amor tangerino.
Inconformista como la Kahlo, Frieda no solo empezaba a reflexionar sobre su color de piel y el lastre colonial, sino también sobre la carga heteronormativa de su propio continente, donde una mujer solo es respetada si es esposa y madre, además de mujer recatada. A partir de entonces, con San Genet como ángel guardián, Frieda pudo seguir indagando a fondo sobre el escozor que provoca entre los africanos y africanistas una mujer que desiste de la sexualidad que se espera de ella y, no conforme con eso, rehúye de la discreción y de lo tácito, porque opta por decirlo a viva voz: “Soy una mujer que ama a las mujeres”.
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